miércoles, 1 de octubre de 2008

Fiscal Velásquez presentó acusación por caso Chamichaco y solicita 7 años de presidio: las claves de un juicio inconsistente

El Ministerio del Interior confabulado con la fiscalía de Collipulli comenzaron su arremetida contra Alex Bahamondes Garrido, Juan Bautista Medina Hernández y Erick Von Jentschyk. El fiscal exclusivo para investigar causas relacionadas con el “conflicto mapuche en la Región de La Araucanía, Miguel Ángel Velásquez, presentó esta mañana la acusación en el Juzgado de Garantía de Collipulli en contra de estos tres luchadores sociales, a quienes sindica como autores del supuesto ataque incendiario que la madrugada del 5 de enero afectó a dos camiones en el puente Chamichaco en la Ruta 5 Sur, en Ercilla.

Recordemos, que en dicho ataque supuestos encapuchados, provistos con armas de fuego, incendiaron dos camiones como respuesta al cobarde asesinato del joven Mapuche Matías Catrileo, abatido por el cabo de Carabineros, Walter Ramírez, la mañana del 3 de enero en el fundo Santa Margarita, de propiedad del latifundista Jorge Luschinger, en el marco de una ocupación territorial que comunidades Mapuche de Yeupeco efectuaban en el mencionado predio.

Velásquez acusa a los tres imputados, que hoy gozan de libertad ante la inconsistencia de las pruebas, como autores del delito de incendio descrito y sancionado en el artículo 477 del Código Penal, solicitando en el documento judicial que cumplan una pena de 7 años y 6 meses de cárcel, más una multa de 12 UTM.

El Juzgado de Garantía ahora tiene que fijar fecha para la audiencia de preparación de juicio oral, la que deberá celebrarse en un plazo no inferior a 25 días ni superior a 35 días.

MONTAJE

El 5 de enero desconocidos incendiaron dos camiones como respuesta al asesinato de Matías Catrileo. Curiosamente, la “inteligencia chilena”, encabezada por la Agencia Nacional de Inteligencia, ANI, logró dar en menos de 48 horas con los presuntos “subversivos que perpetraron este cobarde ataque”. Así fue como el 7 de enero la Fiscalía de Angol ordena a la Policía de Investigaciones de esta ciudad detener a Alex Bahamondes Garrido, Juan Bautista Medina Hernández, Erik Von Jentschyk y Miguel Varela. Bahamondes fue detenido en Osorno, Medina en Concepción, Von Jentschyn en Valdivia y Varela en La Serena.

“Gran golpe policial”, jactaba la prensa burguesa tras las aprehensiones.

No obstante a medida que fue transcurriendo el tiempo el montaje fue quedando en evidencia. Varela, luego de ser formalizado y de permanecer cinco días incomunicado en la cárcel de Temuco, consiguió su libertad, luego que el abogado Renato Maturana comprobara ante el juez de garantía de Collipulli, Jaime Sandoval, que su defendido al momento de los hechos se encontraba en La Serena.

La prueba: justo el día que Miguel, que para las policías, quemaba los camiones en Ercilla, se encontraba en la Serena en una manifestación de apoyo a Patricia Troncoso, que en esos días cumplía más de 100 días en huelga de hambre. A lo mejor la ANI e Investigaciones pensaron que Varela poseía dotes telepáticos que le permitían estar en dos lugares, distantes a más de 1.000 kilómetros, al mismo tiempo. Lo cierto que ese día (5 de enero) Miguel apareció, junto a otros manifestantes, en el Diario El Día de La Serena tras un mitin realizado en la catedral de ciudad de la Cuarta Región exigiendo la libertad de La Chepa.

Para contextualizar más esta farsa, esto fue lo que el propio Varela dijo cuando afrontó el control de detención en el juzgado de garantía de Collipulli, el 14 de enero:

"Todo esto es un montaje de la derecha económica, el gobierno y las policías, que pretende encarcelar y amendrentar a los luchadores sociales que apoyan la causa Mapuche. Soy inocente. Yo no participé de los delitos que se me imputan".

El 18 de enero Varela recuperó su libertad y meses más tarde fue absuelto de toda acusación.

MAS PRUEBAS

Lo vivido por Erick Von Jentschyk no dicta mucho de lo anterior. Detenido el 20 de enero en Valdivia, fue sometido a control de detención al día siguiente en Collipulli. Tras pasar cinco días incomunicado (la incomunicación es una de las medidas que utiliza la fiscalía para tapar los montajes) en la cárcel de Temuco recuperó su libertad el 24 del mismo mes. Al igual que Varela, Erick habló y señaló el día 4 de enero durante la noche se encontraba en el Hogar de Estudiantes Mapuches Las Encinas, en Temuco. Se retiró a las cuatro de la mañana y a las 8:30 horas volvió para participar en una ceremonia Mapuche dedicada a la memoria de Matías Catrileo, asesinado por la espalda a manos del cabo Walter Ramírez Espinoza, el pasado 3 de enero, en las cercanías de Vilcún.

Su abogado, Renato Maturana, también entregó antecedentes que dejar entrever el claro y burdo montaje judicial que el fiscal Velásquez, obligado por Interior, busca llevar a cabo en contra de estos luchadores sociales.

Maturana, a la salida del tribunal, declaró irregularidades en la detención de Erick y sostuvo que detrás de todas estas investigaciones existe una "manito negra".

"Tanto a la Policía de Investigaciones, como al fiscal nacional, no tuvo que haberles gustado mucho la liberación de Miguel Varela, quien ni siquiera fue formalizado. Yo sé que tanto al director nacional de Investigaciones como al fiscal nacional les pidieron resultados sí o sí a sus subalternos. Y cómo se obtenían resultados ciertos en está investigación: era reconociendo a Erick en la rueda de presos. Por eso este reconocimiento se le hizo con la misma ropa con la cual fue detenido. Y así, era fácil que algún funcionario de Investigaciones, intencionadamente, le haya dicho al chofer de uno de los camiones que al que tenemos detenido ahora viste tal prenda", acusó. “Si bien la investigación sigue, para nosotros está claro que Erick es inocente, aunque exista una manito negra", agregó el abogado.

Y HAY MAS

En tanto, Alex Bahamondes y Juan Medina, estuvieron cerca de 20 días incomunicados en la cárcel El Manzano de Concepción, luego que el fiscal presentara en la audiencia de formalización un libro del Che Guevara, requisado tras un allanamiento en su vivienda de Medina, como “prueba suficiente para solicitar su prisión preventiva”.

Pruebas más, pruebas menos, lo cierto que este montaje no tiene ningún sustento judicial sólido que acredite la participación de los tres luchadores sociales imputados en los hechos de Chamichaco. Ni la parafernálica reconstitución de escenas realizada la semana pasada, en donde policías se “disfrazaron de subversivo” y recrearon el ataque podrá salvar a Velásquez de este ridículo judicial.

A esto hay que agregar, como ha sido una tónica en los juicios en contra de Mapuche, el único testigo protegido que posee la fiscalía (hasta el momento).

Pero hay que estar alerta. Seguramente la campaña mediática que levantarán los defensores de los “Mapuches buenos”, como el senador Alberto Espina, los transportistas, latifundistas, más las presiones de la ANI, que requiere urgentemente de resultados, tal como dijera el abogado Maturana, puede incidir en un nuevo montaje en favor de la Derecha y de los grupos económico de este país, pese a que las pruebas son explicitas y dejar en claro la inocencia de Medina, Bahamondes y Von Jentschyk.

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